Algunos pueden llamarme enfermiza, otros pueden decir que estoy enamorada, yo creo que es relativo. Y me odio por mentirme, y lo odio por mentirme, pero no puedo dejar de amarlo, y sus defectos me parecen envidiables, sus imperfecciones lo hacen perfecto. Lo admiro tanto que me volví su sombra, pensamos las mismas cosas o nos complementamos en otras. Y su mirada me atorpece, también recuerdo la luz de su sonrisa, su esencia lo hacía aún mas especial, su belleza es interna y externa, y trato de odiarlo, de buscar alguna forma de desprecio, pero siempre se vuelve perfecto, y termino amándolo más que antes. Es como una rosa negra, puede verse marchita, pero su belleza es incompatible.
viernes, 26 de diciembre de 2008
Algunos pueden llamarme enfermiza, otros pueden decir que estoy enamorada, yo creo que es relativo. Y me odio por mentirme, y lo odio por mentirme, pero no puedo dejar de amarlo, y sus defectos me parecen envidiables, sus imperfecciones lo hacen perfecto. Lo admiro tanto que me volví su sombra, pensamos las mismas cosas o nos complementamos en otras. Y su mirada me atorpece, también recuerdo la luz de su sonrisa, su esencia lo hacía aún mas especial, su belleza es interna y externa, y trato de odiarlo, de buscar alguna forma de desprecio, pero siempre se vuelve perfecto, y termino amándolo más que antes. Es como una rosa negra, puede verse marchita, pero su belleza es incompatible.
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